Se extraña ya escuchar el bullicio de los estudiantes al caminar por los corredores de la Escuela, los olores de los alimentos de la Cafetería, escuchar los instrumentos en el salón de música, ver a los profesores con sus grupos de estudiantes en la biblioteca, consultando algún material o impartiendo clase o tutorías; el cuchicheo y en ocasiones risas espontáneas de los estudiantes en la Biblioteca; el teclear de las computadoras en las aulas digitales y de sistemas, la convivencia con los compañeros de trabajo, hasta esa gatita (Matiana) que tenemos de mascota que llega todas las mañanas y se espera junto con el personal de vigilancia a darnos los buenos días.